martes, 17 de marzo de 2015

Yo, al 17 de Marzo del 2015.

Hola. Mi nombre es Alberto. Tengo 23 años, vivo con mis padres y actualmente trabajo. Sin embargo busco la manera de salir de la rutina y encontrar mi independencia (ejercer mis decisiones, formas de pensar y actuar...). Soy una persona alta, 1.84 metros y 80 Kg. complexión delgada, cabello negro, piel clara y ojos cafés. Disfruto de comer, de preparar alimentos y darlos a probar a la gente cercana a mi. También me gusta escuchar música y del cine. Me gusta el futbol americano, pero no practico ningún deporte. Siempre he sido muy malo en cuanto a deportes se trata. Soy fanático de Harry Potter, de viajar y conocer nuevos lugares, de las buenas pláticas, de conocer nuevas personas, de las carnes asadas, los paseos al aire libre y el pop culture. Considero que soy una persona alegre. Me gusta mucho reírme, ser bromista, aprovechar el momento. Reírme de la vida, de las situaciones que se presentan. Por eso mismo pienso que soy llevadero y que les agrado fácilmente a las personas. Soy gracioso. Cuando se trata de trabajar, tiendo a ser exacto, meticuloso, observador. No me gusta que haya detalles fuera de orden, o que si hago algún plan salga fuera de lo pensado. Y cuando veo un error o algo fuera de orden en alguien mas, tiendo a ayudar de manera indirecta a que el trabajo o cosas estén bien hechos, puesto que me suelo desesperar un poco. Suelo comparar mi trabajo con el de los demás, e incluso me esfuerzo para dar lo mejor de mi y hacerme notar, distinguirme, pues me gusta que los demás reconozcan cuando hago algo bien. No es por ser egoísta, pero me agrada captar la atención de los demás. En ocasiones suelo ser indeciso, en lo mas mínimo. Pero cuando tomo decisiones, con el paso del tiempo considero que son las correctas. Me gusta aprender de todo un poco, pues te hace crecer tanto personal como emocionalmente. Si aprendes algo nuevo, es una nueva emoción, la cual vas a hacer brotar cada vez que aprendes algo nuevo, o que lo implementas. Tengo un defecto, dejar que me afecte lo que otros dicen de mi. Si es un adjetivo negativo, de inmediato lo asimilo como una verdad, sin saber que no es lo correcto. Pero cuando alguien dice algo a mi favor, me cuesta trabajo creérmelo. Me gusta ser preciso en cuanto a bienes de consumo, llámese ropa, tecnología y otros, puesto que no compro algo tan fácilmente hasta que me siento convencido y satisfecho con alguna elección. Es una inversión, que habla de ti, de tu personalidad, de lo que eres y representas. Y hay que saber invertir. Soy ahorrador, mas no tacaño. Es un buen hábito con el cual se evita caer en problemas de deudas y compromisos. Soy servicial, me gusta involucrarme en actividades de grupos, y sobre todo, me gusta liderar. Saber que mis ideas son buenas y que los demás puedan ver en mi a alguien con quien coincidir y trabajar. Y ese soy yo en general, siendo Alberto como persona. Según una máquina, yo soy así: Alberto es generalmente trabajador y leal, y tiene grandes aptitudes para desempeñarse en puestos administrativos y especializados. Es paciente, tranquilo, amable y agradable. Alberto es diplomático y usa el tacto en su aproximación a las demás. No sólo es meticuloso y confiable, sino que tiene la capacidad de terminar tareas de una forma lógica, sistemática y exacta. Alberto es un individuo tolerante que está dispuesto a reconocer, respetar y generalmente aceptar las ideas, opiniones y conductas de otros. Muestra una preocupación genuina por la información que otros tienen para ofrecer. Tiene habilidad para trabajar en armonía con las normas, sigue procedimientos, calcula riesgos y estudia todos los ángulos de un problema.. Es amistoso y despreocupado. Tiene carisma y está dispuesto a ayudar a los demás y a trabajar junto con otros hacia una meta común. Prefiere la armonía en un grupo o equipo y trabajará para satisfacer las necesidades de cada individuo. Alberto puede volverse más sociable y extrovertido cuando está en ambientes agradables o familiares. Estudia cuidadosamente las situaciones y sólo toma decisiones después de un análisis muy cuidadoso. A Alberto lo motiva la necesidad de pertenecer a una organización o grupo y siempre intentará, si fuera posible, evitar situaciones antagónicas o confrontaciones cara a cara. Alberto basará su autoridad en su conocimiento y experiencia. Necesita saber qué es lo que se requiere de él y los objetivos deben ser claros y específicos. Y la verdad, me quedé: wow!

sábado, 28 de febrero de 2015

Volviendo al blog.

Tengo bastante que no escribo. Ya hasta había olvidado el lema de mi blog, y vaya que tengo tensiones acumuladas! Quizá nadie me lee, pero no me importa mientras esto me haga sentir bien. Te cuento rápidamente que tenia en mi mente, desde hace ya una semana, puesta en un nuevo objetivo. El mejorar mi carrera profesional y buscar un nuevo trabajo, aplicando a un programa de entrenamiento para recién egresados con cualidades de ambición y deseos de crecer hasta donde uno lo permita. Y me hice la ilusión y me vi ahí. Ya trabajando, lejos de donde quiero dejar esta parte de mi vida a la que no termino de acostumbrarme. Hice castillos en el aire, como luego lo dicen. Y luego, oh sorpresa! No cumplo con los requisitos que los reclutadores buscan. Cuales? No lo se. Según yo todo iba bien en mi proceso de reclutamiento, pero así es la vida. Y si hay cosas que odio en la vida, es ilusionarme. Y algo que mas me molesta, es que si me ilusiono, me rompan la ilusión. Cuanto odio esto! Y cuanto coraje siento conmigo mismo. Y mas odio el no poder expresarlo a alguien que me comprenda. Quizá nadie me lea. Y si tu me lees, ojala y me comprendieras un poco. Suena un tanto lastimero, pero no hay forma mejor de expresarme conmigo mismo que plasmándolo con caracteres y espacios en blanco, para en un futuro no olvidar lo que ha sido de mi vida y facilitar el encontrarme conmigo mismo. Por si tienes la duda, actualmente trabajo, pero no me siento pleno y satisfecho como debiera de estarlo. Estoy mal en exigirme y buscar mas de lo que puedo ser capaz?

domingo, 30 de septiembre de 2012

Maulliditos

Amaneció lluvioso y un poco frío, algo nada común en esa época del año. Como todos los días me levante sin ganas, como pude me vestí y tomé mi mochila para otro día lleno de escuela y trabajo. Saliendo de mi casa un inquilino me acompañó en mi camino a la esquina donde siempre tomo el camión: un minino de escasas tres semanas de nacido. Con mirada perdida pero dulce a la vez, con su pelo esponjado y el hocico remojado. Maullaba con un timbre que llegaba a poner la piel de gallina. A algunos de repulsión, a otros de ternura. Traté de ignorarlo. Pero el me siguió. Hasta que el pequeño se entretuvo con las caricias de algunas mujeres que, junto conmigo, muy temprano se encaminaban a sus trabajos. Luego lo dejaron, y al cruzar la calle dejaron a la criatura sola, jugandose su vida por cruzar la calle y acompañarme a mi destino (o quizá acompañarlas a ellas). Llegando a la parada del camión, mi celular timbró y mi atención se dispersó. Al rato llegaron las mujeres platicando de no se qué, maquillandose y preparando el pago del camión. Cuando colgué, mi atención por el gatito volvió al ver a las mujeres ver con asombro rumbo al callejón. Luego de que un auto pasara, lo ví: Una pata pequeña se elevaba al cielo, como pidiendo ayuda. El resto del cuerpo no lo alcancé a ver, y ni pude acercarme a ver porque en ese momento llegó el camión. Ese día estuve en depresión; yo pude haber tomado al gatito y llevarmelo a mi casa, pero decidí ignorarlo. Yo pude evitarlo, y no lo hice. Y justo cuando llego al anochecer a mi casa, despues de que mi mente estuvo ocupada todo el día y toda la tarde en esa pequeña criatura, me doy cuenta que el vecino tiene las crías hermanas de esa inocente víctima, y que me buscó durante el día para preguntarme si había visto al gatito que le faltaba, puesto que quería obsequiarmelo. No pude mas que entrar en mi cuarto y vomitar con todas mis fuerzas.

domingo, 18 de diciembre de 2011

De corazón

Últimamente he estado quejándome de la Navidad. Y lo digo porque tengo varias razones. Envidio a quienes la disfrutan y son felices en estas fechas. ¿Porqué? Pues porque me gustaría que mi Navidad se asemejara aunque fuera un poco a las de otros. Y no me refiero a tener una navidad con comida rica, o una casa adornada, o lleno de regalos y cosas vanas. Me refiero a tener a la familia unida, a darse cuenta que la navidad es la chispa de Dios dentro de nosotros, eso que nos hace ser felices, seguir adelante con el apoyo de los que más quieres, salir a la calle, decir de corazón FELIZ NAVIDAD y sentir alegría al decirlo. Pasarla bien con tus amigos, primos, vecinos, familia. Sobre todo sentirte bien tú.

Que esta Navidad Dios llegue a tí y que te haga una mejor persona, llena de virtudes y alegría para compartir con los demás. No caigas en lo mismo de todos los años.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Don Benito

El pobre rostro de Don Benito estaba manchado y olía mal. No sabía exactamente cuanto tiempo llevaba ahí. Recordaba vagamente un taxista ebrio, pero de ahí no supo que pasó. Una mano pequeña lo recogió por accidente, luego de que una paleta de caramelo rodara junto a él. La mano tomó la paleta y el billete. Lo observó y luego se lo llevó al bolso.

Cuando la señora se disponía a lavar la ropa de la semana,fisgoneando entre la ropa, lo encontró. Lo miró, lo limpió con un poco de agua y luego se lo metió al bolso. Después de un rato Don Benito cambio de dueño de nuevo, cuando la señora compró una caja de cigarros que fumaría a escondidas de su familia, por aquello de ser descubierta.

Doña Esperanza, la dueña del jacalito del barrio, no se percató que el billete que acababa de recibir cayó al suelo, luego de que ella lo pusiera en el canastito de palma, de esos que uno compra en el mercado o que los indígenas venden a la salida de restaurantes y tiendas. Cuando llegó su nieto Jaime, éste lo miró pero no dio aviso de ello. Doña esperanza se fue a descansar dejando a Jaime a cargo. Jaime tomo el billete y otras monedas más que tomó sin permiso, para "completar" lo que le faltaba para comprarle el regalo que le había prometido a Lety, su novia.

La encargada del departamento de joyería del centro comercial le mostró a Jaime los dijes en forma de corazón que tenía.
- Vaya Cursilería! - pensaba la dependiente mientras Jaime se decidía por qué comprar.
A la hora de pagar, Jaime sacó sus ahorros: Don Benito, Nezahualcoyotl, Sor Juana y todos sus clones vieron la luz, junto con los varios calendarios aztecas que rodaron por el mostrador y el piso.
-Setecientos ochenta y cuatro pesos. ¿Quieres una envoltura para tu regalo?- le dijo la cajera a Jaime, quien una vez reunido el monto, devolvió algunas monedas y a Don Benito a su cartera.

No tardó mucho tiempo para cuando Don Benito fue requerido de nuevo a cambio de un cono doble de pistache. Ahora llegaba a manos de un señor de cara demacrada que atendía un puesto de helados. Jaime no se iba a quedar con el antojo.
Al finalizar el día, casualmente Don Benito fue usado para pagar el día al heladero, el cual, cansado y ajetreado, se dirigió aún así a un club cercano a su casa.
Una mujer rubia, de ojos claros y dientes amarillentos se le acercó y le susurró al oido:
-¿Vas a querer lo de cada quincena, o solo vienes a perder el tiempo?
-No tengo más dinero que estos setenta pesos - respondió el hombre.
-No caminé hacia tí inutilmente, bastardo!- le dijo muy altanera, y le arrebató el dinero de la mano. Apenas Don Benito pudo ver un lugar lleno de humo y luces de neón cuando se topó de nuevo en la oscuridad.

La mujer usó a Don Benito para pagar una tarjeta telefónica en una tienda al fondo de una calle oscura y abandonada. A la misma tienda llegó un hombre de cabello largo y gorra roja, pagando una pequeña botella de licor barato y recibiendo de cambio a Don Benito.
-Creo que a ti te conozco- dijo Don Benito al llegar a las manos del hombre de la gorra roja. Volvió a una oscura cartera desgastada, donde lo último que escuchó fue música ochentera y el motor de un auto arrancar.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Segunda del gato

Estaba en la calle esperando a mi hermana cuando lo vi. Era pequeño, gordo, de color blanco con las patas, orejas y cola color gris, y de ojos azules. No fue necesario hablarle más de dos veces para cuando el gato se acercó a mi. Otro gato con falta de cariño. Después se fue.

Note que tenía hambre, pues de pronto se paraba en dos patas oliendo el aire. Algo había detectado, pero no sabia en donde estaba. Entonces me percate de un plato con comida encima de un auto cerca de donde el gato estaba. Baje el plato y se lo acerque. Animoso y con gusto, se comió lo que había en el plato. Otra anécdota de gatos por el día de hoy.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Gato

Iba a llevar a mi hermana al templo cuando al detenerme a hacer el alto correspondiente (estábamos en la camioneta) vi a un lado un gato restregando su cuello en la esquina de una casa. El gato necesitaba cariño. Si lo quieren ver como simple comezón, esta bien, pero para mí ese gato necesitaba cariño. Fue algo que me llevo a pensar que todo ser vivo debe recibir afecto, de algún u otro modo. Es una necesidad, un alimento. Así que no seas malo y regala un poco de afecto a aquellos que quieres, o a aquella persona que hace mucho que no ves. Una llamada, un mensaje, un detalle hacen la diferencia.