Una expresión para aliviar la tensión.
Narrando un poco de mi vida... por Alberto Mata
martes, 17 de marzo de 2015
Yo, al 17 de Marzo del 2015.
sábado, 28 de febrero de 2015
Volviendo al blog.
Tengo bastante que no escribo. Ya hasta había olvidado el lema de mi blog, y vaya que tengo tensiones acumuladas! Quizá nadie me lee, pero no me importa mientras esto me haga sentir bien. Te cuento rápidamente que tenia en mi mente, desde hace ya una semana, puesta en un nuevo objetivo. El mejorar mi carrera profesional y buscar un nuevo trabajo, aplicando a un programa de entrenamiento para recién egresados con cualidades de ambición y deseos de crecer hasta donde uno lo permita. Y me hice la ilusión y me vi ahí. Ya trabajando, lejos de donde quiero dejar esta parte de mi vida a la que no termino de acostumbrarme. Hice castillos en el aire, como luego lo dicen. Y luego, oh sorpresa! No cumplo con los requisitos que los reclutadores buscan. Cuales? No lo se. Según yo todo iba bien en mi proceso de reclutamiento, pero así es la vida. Y si hay cosas que odio en la vida, es ilusionarme. Y algo que mas me molesta, es que si me ilusiono, me rompan la ilusión. Cuanto odio esto! Y cuanto coraje siento conmigo mismo. Y mas odio el no poder expresarlo a alguien que me comprenda. Quizá nadie me lea. Y si tu me lees, ojala y me comprendieras un poco. Suena un tanto lastimero, pero no hay forma mejor de expresarme conmigo mismo que plasmándolo con caracteres y espacios en blanco, para en un futuro no olvidar lo que ha sido de mi vida y facilitar el encontrarme conmigo mismo. Por si tienes la duda, actualmente trabajo, pero no me siento pleno y satisfecho como debiera de estarlo. Estoy mal en exigirme y buscar mas de lo que puedo ser capaz?
domingo, 30 de septiembre de 2012
Maulliditos
domingo, 18 de diciembre de 2011
De corazón
Que esta Navidad Dios llegue a tí y que te haga una mejor persona, llena de virtudes y alegría para compartir con los demás. No caigas en lo mismo de todos los años.
jueves, 15 de diciembre de 2011
Don Benito
Cuando la señora se disponía a lavar la ropa de la semana,fisgoneando entre la ropa, lo encontró. Lo miró, lo limpió con un poco de agua y luego se lo metió al bolso. Después de un rato Don Benito cambio de dueño de nuevo, cuando la señora compró una caja de cigarros que fumaría a escondidas de su familia, por aquello de ser descubierta.
Doña Esperanza, la dueña del jacalito del barrio, no se percató que el billete que acababa de recibir cayó al suelo, luego de que ella lo pusiera en el canastito de palma, de esos que uno compra en el mercado o que los indígenas venden a la salida de restaurantes y tiendas. Cuando llegó su nieto Jaime, éste lo miró pero no dio aviso de ello. Doña esperanza se fue a descansar dejando a Jaime a cargo. Jaime tomo el billete y otras monedas más que tomó sin permiso, para "completar" lo que le faltaba para comprarle el regalo que le había prometido a Lety, su novia.
La encargada del departamento de joyería del centro comercial le mostró a Jaime los dijes en forma de corazón que tenía.
- Vaya Cursilería! - pensaba la dependiente mientras Jaime se decidía por qué comprar.
A la hora de pagar, Jaime sacó sus ahorros: Don Benito, Nezahualcoyotl, Sor Juana y todos sus clones vieron la luz, junto con los varios calendarios aztecas que rodaron por el mostrador y el piso.
-Setecientos ochenta y cuatro pesos. ¿Quieres una envoltura para tu regalo?- le dijo la cajera a Jaime, quien una vez reunido el monto, devolvió algunas monedas y a Don Benito a su cartera.
No tardó mucho tiempo para cuando Don Benito fue requerido de nuevo a cambio de un cono doble de pistache. Ahora llegaba a manos de un señor de cara demacrada que atendía un puesto de helados. Jaime no se iba a quedar con el antojo.
Al finalizar el día, casualmente Don Benito fue usado para pagar el día al heladero, el cual, cansado y ajetreado, se dirigió aún así a un club cercano a su casa.
Una mujer rubia, de ojos claros y dientes amarillentos se le acercó y le susurró al oido:
-¿Vas a querer lo de cada quincena, o solo vienes a perder el tiempo?
-No tengo más dinero que estos setenta pesos - respondió el hombre.
-No caminé hacia tí inutilmente, bastardo!- le dijo muy altanera, y le arrebató el dinero de la mano. Apenas Don Benito pudo ver un lugar lleno de humo y luces de neón cuando se topó de nuevo en la oscuridad.
La mujer usó a Don Benito para pagar una tarjeta telefónica en una tienda al fondo de una calle oscura y abandonada. A la misma tienda llegó un hombre de cabello largo y gorra roja, pagando una pequeña botella de licor barato y recibiendo de cambio a Don Benito.
-Creo que a ti te conozco- dijo Don Benito al llegar a las manos del hombre de la gorra roja. Volvió a una oscura cartera desgastada, donde lo último que escuchó fue música ochentera y el motor de un auto arrancar.
domingo, 13 de noviembre de 2011
Segunda del gato
Note que tenía hambre, pues de pronto se paraba en dos patas oliendo el aire. Algo había detectado, pero no sabia en donde estaba. Entonces me percate de un plato con comida encima de un auto cerca de donde el gato estaba. Baje el plato y se lo acerque. Animoso y con gusto, se comió lo que había en el plato. Otra anécdota de gatos por el día de hoy.